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Jaime Pimentel.
Escultor axárquico

*Exposición para el Centro de Arte Contemporáneo de Vélez-Málaga.

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Me van a permitir que este breve texto lo introduzca con una anécdota personal de mi infancia que me sirve para contextualizar la relevancia de la obra de Pimentel en la escena artística malagueña, pues, como le habrá pasado a muchos, es inevitable no acercarse a Pimentel como un niño subido a los lomos del Burrito Platero en el Paseo del Parque de Málaga o también al inclinarse ante la soberbia de El Cenachero, Juan Breva o el Monumento a la Mujer ‘Alcanzar una estrella’, estas últimas ubicadas aquí en Vélez-Málaga. De esta forma, mediante el paseo y la deriva, se estaba creando en el espacio público, de manera inconsciente, un vínculo con la producción de Pimentel, con su escultura monumental en Málaga y que, en lo que a mi experiencia se refiere, culmina con un acercamiento profundo y profesional a través de esta muestra.
‘Jaime Pimentel. Escultor axárquico’ se muestra como una antología a la obra de Jaime Pimentel, haciendo un recorrido por su producción mediante una cuidada selección de su dilatada trayectoria y que pretende sintetizar la magnitud de su producción.


Agrupada en seis líneas temáticas, la muestra se compone de 56 esculturas que van desde el pequeño formato hasta el monumental, piezas en las que podemos apreciar el virtuosismo y la delicadeza del modelado así como la sensibilidad del autor. Obras que indagan en conceptos e ideas como la gravedad y el equilibrio y que tienen como resultado un juego visual con el espectador, obras costumbristas, obras en bronce, barro y piedra, evidenciando en su conjunto la maestría del autor en el uso y empleo de diversos materiales y técnicas.
Por otro lado, la muestra se completa con la fotografía como recurso visual que nos permite acercarnos a la cronología de su trayectoria y sus múltiples viajes y estancias en diversos lugares del mundo, como Estados Unidos, donde pasó largos períodos haciendo bustos privados por encargo, además, de pasar por otros países como Noruega, donde estudia la técnica de la escultura con Anne Grimdalen, cuyo busto podemos ver en la exposición, estancias que nos hablan del carácter internacional del escultor.


Esta cronología es la que también se evidencia en las obras que se pueden contemplar agrupadas en las ya mencionadas series: Deportes (1964-1972), Apocalipsis (1972-1978), Génesis (1978-1981), Bustos, Mediterráneo (1980-) y Axarquía. Nos permite conocer de una manera cronológica y sistematizada su trabajo y evolución.


Encontramos también, algunas obras realizas en barro o escayola, como la Dama Francesa o los Señores Sonneborg, bocetos que nos permiten conocer el trabajo previo que hay detrás de la escultura final. Así como las réplicas en resina a tamaño natural de esculturas monumentales como las de El Cenachero, La Niña de Benalmádena o El Borriquito Platero.
En definitiva, ‘Jaime Pimentel. Escultor axárquico’ es una invitación a sumergirnos en el universo Pimentel, contemplar de cerca la maestría de su técnica, su discurso a través de la materia y la serie, su historia y aquello que nos ha querido y quiere contar. Adentrarnos, transitar y derivar en los recovecos de su vida a través de los huecos de su obra.

 

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Luis Reyes Hurtado
Comisario de la exposición

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